Description
Para los pueblos de la antigüedad las montañas eran lugares terribles, pavorosos y misteriosos, en parte debido a sus distancias imponentes, a las cumbres rodeadas de nubes o humo y a los ruidos atronadores que provenían de ellas, pero también porque las montañas eran las moradas de los dioses. Sin embargo, las montañas fascinaron tanto a los humanos que no pudieron evitar buscar explicaciones a los fenómenos extraños asociados con ellas. Los primeros intentos de explicación fueron mitológicos y fantásticos, algunos de los cuales veremos a continuación.