La presión sobre Úrsula Von der Leyen -candidata de los Populares a revalidar el cargo- para que expusiera sus posibles alianzas y líneas rojas, centraba gran parte del debate de las elecciones europeas, precisamente, en los grupos ausentes. Von der Leyen abría la puerta a la extrema derecha aunque, eso si, estableciendo diferencias entre partidos como Alternativa para Alemania y Hermanos de Italia, la formación de Georgia Meloni, a la que tendía la mano.