La vida es un préstamo, hay que vivir la vida como si fuera el último día, hay que amar y nunca arrepentirse, porque sinceramente no sabemos cuándo partiremos.
Un hombre enamorado quiere conquistar a una bella mujer, pero no sabe cómo hacerlo, pues al parecer solo se ha fijado en lo superficial y no en su belleza interior.
Una mujer que es indiferente ante los ojos de un hombre, tiene que amarse para darse cuenta que vale más que sólo simples gajos que cierta persona le pretende dar.