La primera vez que pensé, “quiero dejar mi empresa para emprender” me llegó la emoción. Crear un negocio, dejar mi puesto y poder trabajar sin estrés y haciendo lo que más me gusta ¡me generó una alegría enorme sólo pensarlo! ¿te suena? Y justo cuando estas en medio de la alegría extrema, aparecen las dudas, ¿podré vivir de mi negocio? ¿seré capaz? Estas dudas pueden paralizarnos y llevarnos a renunciar. Pero 3 años despues, tengo que confesarte que no me arrepiente, y SI SE PUEDE, aunque para serte totalmente sincera, el camino no ha sido fácil. Y de todas las dificultades que me he ido encontrando, y han sido verdaderos retos en este camino de emprender, voy a destacar una, que es justo el tema del que quiero hablarte hoy. Cuando llegas al momento en el que te das cuenta que trabajas más que nunca, pero tu cuenta bancaria no refleja ese trabajo. Hoy quiero compartir contigo el motivo principal por el cual seguramente hayas llegado a ese punto tú también, y que decisiones puedes tomar para avanzar y no colapsar en tu negocio. ¿me acompañas?