La imaginación es un regalo, no hay duda. Y algo bello que genera el arte es que provoca nuestra imaginación, y algo que aveces olvidamos, es que nuestras imaginaciones no tienen que coincidir para ser bellas, para ser mías o para ser nuestras. Tú puedes concebir algo en tu mente y ahí toma un valor, y ahí forja algo. Y ahí empuja algo que es más importante que la cosa que provocó dicha respuestas. Pero nos enfrentamos a problemas cuando creemos que es mi interpretación de algo subjetivo lo que le da verdadero valor a algo intrínseco. ¿Realmente nos importa la integridad artística de una caricatura? ¿O acaso hay algo más que se esconde debajo de estas excusas?