TEMA 9: PROPÓSITO DE LA VIDA Y LA LEY DEL KARMA Comprensión de las leyes naturales que gobiernan el universo mental y psíquico de la acción. Hay tres cosas que todos los seres humanos tenemos en común: Consciencia: de nosotros mismos, de los demás y del mundo en que vivimos. Relación: compartir e intercambiar la energía con otros seres y con la naturaleza. Creatividad: la capacidad de crear pensamientos, ideas, conceptos y sentimientos y de expresarlos. El propósito de nuestra vida no es otro que vivir la vida misma: ser conscientes de nosotros mismos, ser creativos, expresarnos con nuestro mayor potencial e intercambiar la energía del amor con aquellos que nos rodean. Pero esto no puede suceder en el hogar incorpóreo y silencioso del alma. Estas características de la vida requieren acción, un traje físico a través del cual expresarnos y un escenario donde actuar. El mundo físico proporciona el escenario donde podemos movernos, dar vida, crear, relacionarnos y expresar todo lo que llevamos dentro. Para cada uno de nosotros las posibilidades son infinitas. Desde el momento que nacemos en una forma física, estamos constantemente haciendo una de estas tres cosas, actuando, reaccionando o interactuando; algunas veces las tres al mismo tiempo. Hay algunas leyes que son intrínsecas a la acción y la interacción. No son leyes humanas, sino leyes naturales que operan constantemente en toda relación. A menudo se las llama “Leyes del Karma” (acción): son reconocidas por la tradición cristiana en el dicho “Lo que siembres, cosecharás”, y fueron descritas por Isaac Newton como las Leyes del Movimiento: “Por cada acción hay una reacción igual y opuesta”. Las leyes del karma nos recuerdan que recibimos la misma calidad de energía que damos. Si damos alegría a alguien, la alegría volverá a nosotros; si causamos daño o sufrimiento, también retornarán, quizás no hoy ni mañana, pero en algún momento en el futuro. PENSAMIENTOS PARA LA MEDITACIÓN Nos preparamos para la práctica de la meditación. Adoptamos una postura cómoda. Podemos mantener los ojos abiertos, dejando que la mirada descanse en un punto enfrente nuestro, respiramos con normalidad, permitimos que nuestro cuerpo se relaje… LA RUEDA DEL TIEMPO Con el ojo de la mente vemos dos estrellas. Uno es el ser, el otro es el Compañero Supremo ... Son como dos amigos, dos compañeros muy cercanos. Ambos son inmortales, ambos están seguros, ambos son del hogar supremo ... Dos estrellas en su estado original de sabiduría, despiertos a su gran verdad, gran fortuna. Desde aquí somos conscientes del sonido y la actividad, no en el mundo de Dios, sino como si estuvieran sucediendo en otra dimensión ... Lo llamamos la dimensión de ficción. Esta dimensión de ficción nos rodea ... Lo vemos como una rueda del tiempo ... a nuestro alrededor ... esa rueda del tiempo no puede cambiar nada en la dimensión Divina ... que es atemporal, inmutable. Estas dos estrellas son observadores de la dimensión de ficción. Permanecen conscientes de su propia gran verdad, su gran compañía. CONSEJOS PARA LA MEDITACIÓN Si cierto pensamiento sigue apareciendo, escríbalo en su cuaderno para ayudar a liberar su mente.