El impacto mundial que ha tenido el culebrón del tenista Noval Djokovic nos ha dejado una noticia buena y otra mala. La mala, sin duda, el ejemplo más absurdo de la repercusión mediática mundial, exorbitada, que ha tenido una persona por el simple hecho de ser una estrella del deporte. La buena, que su caso, nos va a permitir conocer la realidad de los miles de refugiados que viven en unas condiciones atroces en Australia. En este capítulo entraremos en uno de los peores centros de detención de todo el planeta señalados por todo tipo de abusos y violaciones. Se trata del centro de inmigrantes de la Isla de Naru. Australia paga a las autoridades de Naru, en la isla del pacífico, 1.000 millones de dólares al año para que se hagan cargo de sus refugiados, un suculento negocio lleno de sombras y salpicado por las denuncias de muchas organizaciones humanitarias, como Human Right Watch, con uno de sus abogados charlamos esta semana. Y hablando de centros de detención bajo sospecha, no podemos olvidarnos del aniversario de la apertura de la cárcel de Guantánamo. Dos décadas han pasado desde que se abrió ese penal. Esta semana no solo vamos a recordar quién continúa encerrado en esa base cubana, también nos hemos propuesto buscar en el mapa los ‘otros guantánamos’. Con la ayuda de Olatz Cacho, investigadora de Amnistía Internacional, indagaremos algo más sobre esas cárceles que escapan al radar de los derechos humanos, prisiones como los centros de reeducación en China, la bases secretas de la CIA o los Kuanliso, los centros penitenciaros para presos y presas políticos en Corea del Norte. Además, vamos a escuchar la desesperación de un padre palestino roto porque su hijo de tan solo 17 años lleva encerrado un año en una prisión israelí, encarcelado a pesar de ser un menor de edad y sin tener ninguna acusación formal. Amal sufre además una grave enfer