Reivindicación de lo público. Ayer lo hicieron los Reyes y antes todos los responsables institucionales y la ciudadanía. Agradecimiento y reconocimiento unánime a la entrega, profesionalidad y compromiso de los profesionales de los distintos cuerpos de bomberos, policías, ejército, sanitarios y distintos servidores públicos volcados en gestionar la tragedia del incendio y sus consecuencias. Es, por tanto, un magnífico momento para reivindicar su labor no solo en situaciones excepcionales como ésta o la de la pandemia sino su acción diaria y rechazando de plano los argumentos demagógicos que en demasiadas ocasiones se utilizan para cuestionar a los funcionarios y trabajadores públicos. Por cierto, para mantener el nivel de calidad que se exige a estos colectivos y por extensión al denominado Estado de Bienestar, es necesario una contribución justa a través del pago de impuestos y no cuestionarlos con trazo grueso y demagogia mayúscula.