En este verso, Pablo le escribe una carta de ánimo a Timoteo para fortalecerlo e inspirarlo nuevamente con la tarea que él estaba teniendo. Por lo cual te recuerdo que avives el fuego del don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos. 2 Timoteo 1:7 sabemos que el fuego se utiliza para muchas cosas, por ejemplo: en Éxodo nos recuerda nuestro propósito, en el desierto era para saber que la presencia de Dios estaba presente a pesar de que el pueblo de Dios estaba en el desierto, su presencia estuvo presente como una columna de fuego, en Israel, en el Monte de Sinaí la gloria de Dios, vemos también como el fuego era utilizado para calentar casas, para preparar alimentos, para fundir metales, para preparar instrumentos, etc. Pablo le escribe que avive el fuego que hay en él, le menciona puntos muy precisos para que él pueda volver a ser inspirado. Y hoy quiero inspirarte a tí, que me estás leyendo o escuchando para que no desmayes, ¡vuelve a levantarte! y toma tu propósito, tu comisión. ¡Quiero recordarte lo que Dios depositó en ti! Dios no creó gente débil para este tiempo, creo personas valientes, increíbles, inquebrantables, personas que se van a levantar en el momento justo. ¡Lo primero que quiero que recuerdes es lo que Dios depositó en ti, lo que hay en tu interior , lo preexistencial! Porque tengo presente la fe sincera que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. 2 Timoteo 1:5 “No hay mejor inspiración la que sentir que alguien cree en nosotros, una llamada al honor es siempre más efectiva que una amenaza al castigo! #Temporada2