Estamos en la serie “Cosas que Dios no dijo” estas son frases que solemos repetir o creer que vienen de Dios pero no es así. Tienes que hacer un trabajo grande en ti, para que Dios entre en tu vida, pueda verte o al menos bendecirte. ¿Qué pasa si pensamos que Dios siempre te ha ayudado sin que tú lo estés viendo? 1. Dios ya te ayudó Él inicia todo el tiempo: Muchas veces no podemos ayudarnos a nosotros mismos; y antes de que lo intentemos ya Él nos ha amado, perdonado y sanado. Dios no te ha puesto metas u objetivos a cumplir para poder amarte ¡Ya lo hace! 2. No tienes nada que demostrar El orgullo muchas veces te aleja de su amor. Aceptemos cuando no podemos y dejemos de afanarnos por gobernar nuestros propios problemas. El estrés de la autoexigencia hace que no podamos ver su gracia diaria. 3. Levántate y camina Dios te habla, te ayuda y te guía. No ignores esa conciencia que te motiva a levantarte cuando estás disgustado, desanimado o frustrado. Él abraza tu problema y te muestra el camino, déjate ayudar. En CASA te invitamos a abrir tu corazón, abrazar tu debilidad y conectar con tu vulnerabilidad. El aceptar que no puedes más y permitirte ser ayudado por Él es el único paso que debes tomar para poder sentir su gracia. Escúchalo y abrázalo, porque ya has sido bendecido 🤍