En nuestro empeño por divulgar las distintas formas musicales y evidenciar cómo éstas condicionan el resultado musical y su escucha, hoy nos adentramos en una forma híbrida, que permanece en los márgenes totales de la fama y de las programaciones de actuales de conciertos y que sin embargo es fruto de la fusión de los dos géneros más populares, la sinfonía y el concierto, de tal forma que el protagonismo queda repartido entre solistas y acompañantes, dando lugar a una serie de piezas infrecuentes pero con una fuerza radiante que las hacer ser Mucho más que Mozart.