A muy temprana edad Alfonsina supo que tendría que poner en práctica la voluntad y la valentía. Cuando tenía 6 meses tuvo un accidente en un incendio sufriendo quemaduras graves en el lado izquierdo de su cuerpo, lo que ocasionó que al séptimo día del incidente los dedos de su mano izquierda se carbonizaran. Estuvo 32 días en coma, año y medio en aislamiento para evitar infecciones y 5 años en tratamiento en terapia intensiva con solo unos breves períodos en los que podía estar en casa. Por otro lado, desde niña su amor por los caballos era evidente. Soñaba con ser atleta olímpica, siendo esto un gran aliciente para salir adelante luego de su accidente. Años después, logró hacer realidad su sueño, pues llegó a los Juegos Paralímpicos de Río 2016 para competir en adiestramiento ecuestre y ahora quiere ir por más. Actualmente, Alfonsina acompaña a quien ella cariñosamente llama samuráis que son niños que han sufrido quemaduras. Ella sabe que su historia está escrita en su cuerpo llevando el mensaje de que es posible transformar las lágrimas en sueños. Una historia de voluntad, empatía y resiliencia. Facebook: Efecto Inspiración Instagram: @efectoinspiracion