Description
EL CIELO LLEVA TACONES.
CAPÍTULO 10 – Brienne de Tark
Buenos días contentos. Si Cenicienta hubiera conocido a Ella es Gabriel no hubiera perdido su zapato.
– Sí, ya lo sé. Te he visto con tus Ella es Gabriel. Te he visto por ahí con ellos. La gente se te queda mirando los pies, ¿no te has dado cuenta?
– Claro que me he dado cuenta. Algunos lo hacen con descaro y otros intentando un fallido disimulo. Es genial, me encanta.
– Mira que te gusta llamar la atención.
– Lo sé, ¿quieres una historia?
Al final del podcast te la cuento.
Bienvenidos a El cielo lleva tacones, el podcast donde te cuento historias de personajes genuinos destacados por su glamur. Y digo personajes, no personas, porque cada día, desde que nos levantamos, representamos un papel. Eres libre de elegirlo; no te limites ni te conformes con un personaje que ni a ti te gustaría ver.
La belleza te da belleza, no te da glamur. Crear la incógnita. El misterio, eso es glamur.
– Personaje del día 10:
Brienne de Tark
Gwendoline Christie.
Su familia debe lealtad a la Casa Baratheon.
Mide 1,91, rubia con el pelo corto, desgarbada y masculina.
Es la única heredera de su familia, por lo que tuvo varios pretendientes y otros arreglos que le hacía su padre. Sin embargo Brienne siempre había sufrido burlas y humillaciones por su físico, lo que la convirtieron en una mujer retraída y de pocas palabras. A ella no le iba eso de aprender danza y bordar sábanas, su padre lo comprendió, dejó de buscarle novio y la apoyó cuando ella se declinó por ser caballero, que es lo que de verdad le gustaba y además se le daba de categoría porque era una espadachina extraordinaria.
Su familia le debía lealtad a la casa Baratheon y una vez fue a visitarla el hermano pequeño del rey Robert Baratheon, Renly. Renly fue la primera persona que la trató con respeto, por primera vez alguien le hablaba con ojos limpios e intenciones transparentes, y ella se enamoró de él, decidiendo irse junto con su séquito de caballeros y convertirse en su guardaespaldas. Renly era homosexual, era amante del heredero de la casa Tyrrel y estaba casado con la hermana de su amante, a la que no tocaba porque no podía hacerse el ánimo aunque sabía que su deber era tener hijos. Aunque Brienne sabía todo esto a ella no le importaba, su amor y sobre todo su honor estaban por encima de cualquier circunstancia. Brienne sabía que nunca podría tener ninguna posibilidad amorosa con Renly, no obstante eso quedaba en plano secundario. Estar junto a él y defenderlo era la mayor gloria y satisfacción que podía sentir.
Una vez muerto su hermano Robert Barathion, surgen muchos aspirantes al trono de hierro, Renly se encuentra entre ellos. El tercer hermano decide quitárselo de encima y con magia oscura envía a un espíritu que lo mata delante de Brienne, sin que ella pueda hacer nada. Brienne siente que ha fracasado monumentalmente, aunque contra una fuerza no material poco o nada se podía hacer, aparte de que la acusan a ella del asesinato.
Aquí empieza su huída y la única persona que la cree es Catelyn de la casa Stark, que estaba presente cuando el espíritu maligno se carga a Renly. Ahora Brienne le jura lealtad absoluta a Catelyn y ésta le encarga una tarea: llevar y custodiar a un preso muy valioso, un peso pesado, un rubio alto y cruel, Jaime Lannister, el Matarreyes, que entregará a los Lannister a cambio de sus dos hijas Stark, Sansa y Arya, que los Lannister tienen retenidas.
De tanto vigilar a Jaime, descubre que debajo de toda la crueldad hay un poco de sensibilidad, es como que ella, con toda su rudeza, consigue sin querer quitarle rudeza a él, y entonces los dos entablan sin querer una relación silenciosa y muy íntima. Ella se enamora de él y él se podría decir, si no que se enamora, que se siente turbado por algún sentimiento mu