558. Taligvak (Alaska)
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Description
Juan David Betancur [email protected] Habia una vez en un pueblo en el océano artico de Alaska había una tribu de cazadores de focas. Aquel año en particular las focas no habían sido posible de ser cazadas debido a que las tormentas de nieve ahuyentaban a las focas. Por esta razón en el pueblo se estaba pasando mucha hambre.   Desesperados por la situación Los cazadores decidieron invitar a algunos magos famosos al gran iglú donde se celebraban los ritos para que con sus dotes pudieran invocar a los espiritus beneficos. Los magos realizaron sus ritos allí en el galgie que era como llamaban el gran iglú, pero por mucho que lo intentaban las tormentas seguían y las focas no se aproximaban a la aldea. En aquella aldea vivía un joven llamado Taligvak que desafortunadamente nadie quería y que vivía solo fuera del poblado, lejos de los demás. Taligvak era muy pobre y debido a esto nadie en el pueblo quería ofrecerle ni entregarle agluna hija para que se desposara con ella. Por esta razón Taligvak vivía en un iglo pequeño que se había construido el solo y en el que solo cabia el a duras penas ya que no podía ni siquiera acostarse en el suelo. Así que tenía que dormir sentado. Para acabar de ajustar Taligvak pasaba mucho frio ya que no tenía lampara de grasa y permanentemente sus guantes se cubrían de escarcha y tenía que calentarlos con sus cuerpo mientras dormía   En el pueblo se decía que Tallgvak era un mago poderoso y que dominaba extrañas fuerzas que lo ayudaban a hacer cualquier cosa que se propusiera. Algunos decían que siempre se le veía invocando los espíritus de el aire y de la oscuridad para darle capcidades que iban más allá de lo comprensible. Por esta razón todos preferían alejarse de el y mantenerlo a distancia. Sin embargo, ahora que el hambre era agoiante , se preguntaban si no debían pedirle ayuda.   La gente se reunió en el qalgie, el gran iglú ritual, para analizar si podían acercarse al joven Tallgvak y después de una amplia discusión decidieron enviar tres hombres para que invitaran al joven mago al galgie  Cuando los tres hombres llegaron al iglú de Taligvak, solo uno entro ya que los otros dos se morían de miedo y se quedaron afuera.    Entrando en el iglú el emisario dijo    -Taligvak, la gente del pueblo quiere que vayas al qalgie. Ven a verles.   Taligvak guardó silencio durante un rato. Luego respondió:   -Como podas ver el viento esta trayendo una tormenta y hace mucho frio. Desafortunadamente no tenga nada caliente que ponerme y ni siquiera tengo guantes o botas. Simplemente no puedo ir.  Al oír su negativa tan perentoria, los mensajeros se regresaron al qalgie y explicaron porque no podían traer al joven Tallgvak. Entro todos recogieron algunos guantes y botas y se la enviaron con una mujer que lo convencio de ponérselas y caminar hasta el gran iglú Taligvak entró en el iglú agachado ya que estos iglúes tienen una pasillo muy bajo, pero no entro a la sala donde lo esperaban y desde allí observaba a los allí reunidos. Los hombres del pueblo lo miraron, lo saludaron y luego el líder de ellos le    -Muchacho. Si Quieres un iglú caliente; podras quedarte con nosotros en el iglo y te daremos buena ropa, guantes y pieles calientes pero a cambio te pediremos que hagas un agujero aquí adentro en el hielo y que hagas venir a las foca.. Nos vamos a morir de hambre, seguro. ¡Cógenos algunas focas! Taligvak se quedó algún tiempo donde estaba. Luego camino hasta la  pared del qalgie y se arrodilló en el hielo frio.  -No miréis lo que hago -ordenó a la gente-. Tenéis que poneros a bailar. La gente empezó a cantar y bailar mientras él hacía el agujero en el hielo. Sopló en el hielo una y otra vez, y la fuerza mágic
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