Las palabras del oráculo hacen que Harry medite acerca de las cosas que ha hecho mal. Con la firme intención de reconciliarse con Julia viaja a Hamburgo, pero ella no quiere saber nada de él.
Harry ha reconocido finalmente sus errores. Avergonzado, le pide disculpas a Julia. Está dispuesto a vivir atrapado en el tiempo… sin ella. Pero, ¿qué opina Julia sobre eso?
Harry no entiende a Julia. Desesperado, acaba sincerándose con su amiga Bárbara. Le cuenta lo sucedido durante las vacaciones. Mientras lo hace se le ocurre dónde podría estar el error.