Como en su visita anterior, Raskolnikof vio que la puerta se entreabría y que en la estrecha abertura aparecían dos ojos penetrantes que le miraban con desconfianza desde la sombra. En este momento, el joven perdió la sangre fría y cometió una imprudencia que estuvo a punto de echarlo todo a perder.
Published 04/24/21
Raskolnikof se enteró algún tiempo después, por pura casualidad, de porque el matrimonio de comerciantes había invitado a Lisbeth a ir a su casa.
Published 03/26/21