¿Alguna vez quisiste cambiar la realidad? Aquí la imaginación será el espacio para esas propuestas estéticas que nos cuestionan, que posibilitan otros sentidos y proponen una ética distinta para comprender al otro y escucharlo. Imaginar para crear espacios de empatía en tiempos violentos.

El lenguaje afectado por la violencia dejó de significar. Parece incapaz de contener la magnitud del dolor o de comunicar lo que creíamos inimaginable. Después de conocer los sinsentidos de la guerra y navegar por sus profundidades, los familiares hablan, cantan y claman a pesar de todo.

Mientras la esperanza se propague, como un corazón que no deja de latir, alguien más seguirá buscando en La Escombrera, la fosa urbana más grande de América Latina. Allí, en esa montaña de escombros, se encuentran varios desaparecidos de la Comuna 13. La búsqueda, aunque difícil, no es imposible.

¿Qué pasaría si nadie te recordara? Dejas de existir. Por eso los familiares resisten para mantener presentes a sus desaparecidos. Intentan abrirle una grieta al tiempo para impedir que su memoria se disipe. Narran la vida para resistir al olvido.

El grito en la desaparición forzada. Un grito que regresa como eco y lastima. Rasga la voz y destruye todo por dentro, incluso su habla. Los familiares que buscan, gritan para que su desaparecido los escuche y, aunque claman con todas sus fuerzas, los llamados quedan atrapados en un silencio. Aquí los días continuaron su marcha a pesar de las ausencias.

A Margarita Restrepo y Luz Elena Galeano les desaparecieron a sus familiares en la Comuna 13 de Medellín, Colombia. Cada día los recuerdan. Cada día puede ser ese día. Ese gran reencuentro con su voz, su cuerpo o al menos con la verdad. Las protagonistas de esta temporada, han atravesado un proceso de incertidumbre, búsqueda, resistencia colectiva y mucha esperanza. Si quieres ser parte de esta historia, acompáñanos.

¿Alguna vez quisiste cambiar la realidad? Aquí la imaginación será el espacio para esas propuestas estéticas que nos cuestionan, que posibilitan otros sentidos y proponen una ética distinta para comprender al otro y escucharlo. Imaginar para crear espacios de empatía en tiempos violentos.

El lenguaje afectado por la violencia dejó de significar. Parece incapaz de contener la magnitud del dolor o de comunicar lo que creíamos inimaginable. Después de conocer los sinsentidos de la guerra y navegar por sus profundidades, los familiares hablan, cantan y claman a pesar de todo.

Mientras la esperanza se propague, como un corazón que no deja de latir, alguien más seguirá buscando en La Escombrera, la fosa urbana más grande de América Latina. Allí, en esa montaña de escombros, se encuentran varios desaparecidos de la Comuna 13. La búsqueda, aunque difícil, no es imposible.