A lo largo del día, haz pequeñas pausas conscientes, para conectar con el momento presente y reconectar contigo a través de la respiración. Respirar de manera consciente, observar de manera intencionada tu inspiración y exhalación, es algo sencillo que tendrá efecto en tu salud y bienestar. Recuerda, "PAUSA CONSCIENTE, PROA". Parar un instante, Respirar de forma consciente, Observar (tu interior y entorno) y Actuar consciente.

Hagas lo que hagas hazlo estando plenamente presente, con concentración y atención plena al aquí y al ahora. Al centrar tu atención en el momento presente, liberas tu mente de preocupaciones sobre el futuro o el pasado. La vida es lo que sucede en este momento aquí y ahora.

Lleva tu atención a tu intención, a tu propósito, a lo que te mueve cada día a levantarte y trabajar. Ese propósito moviliza tu energía, tu voluntad y tu compromiso. Cuando tu atención se vaya a otro momento o a otro lugar, conecta con lo que te mueve, con tu compromiso, con tu propósito y lleva ahí tu atención.

Sonreír es una manera sencilla de construir un entorno positivo. Cuando te cruces o hables con alguien sonríe. Ríe, sonríe y devuelve sonrisas. Ser amable es la mejor herramienta que tenemos para el encuentro entre las personas y sin ella, nuestro papel en la vida pierde su sentido. Recuerda ser amable también y, sobre todo contigo, abandona la autoexigencia y háblate bien. Busca hacer las cosas bien y con calidad en vez de perfectas.

Céntrate en las cosas que dependen de ti y no gastes tu energía y tus emociones en lo que se escapa de tu control ya que sentirás impotencia y frustración. Cuando nos centramos en lo que sí podemos hacer generamos energía proactiva que expande nuestra capacidad de acción y nos genera una emoción positiva. Cuida tus pensamientos y ellos cuidarán de ti. Recuerda: Actúa con proactividad centrando tu energía en lo que puedes hacer, en lo que puedes cambiar. Responde a una pregunta: ¿Qué cosas SI...

Equilibra el tiempo que dedicas a hablar de esta crisis. Conversa sobre otros temas, más positivos o neutros. Interésate por los demás, escucha y muestra tu disposición a escuchar. Pide ayuda si lo necesitas. Agradece y refuerza el trabajo de los demás. Evita la queja y la crítica. Céntrate más en las soluciones y menos en los errores.

CUÍDATE PARA PODER CUIDAR. Cuídate y descansa. Cuida tu cuerpo, tu alimentación, tu sueño y tú equilibrio emocional. Practica ejercicio físico y haz actividades agradables. Lleva tu diario emocional y escribe en él las experiencias de la semana, las cosas positivas que te han pasado y tus aprendizajes significativos. Recuerda, si necesitas ayuda emocional, contacta con un profesional colegiado.