Muchas veces la vida puede parecer tan complicada y difícil, casi imposible. Puede llegar a tal grado que no vemos otra solución más que la de acabar con nuestra propia vida. Este dolor tan grande, a pesar de estar rodeado de personas, muchas veces viene acompañado de una gran soledad. Los amigos y familiares al querer ayudarnos nos inundan con opiniones que pueden confundirnos aún más. En cuestión de nuestra propia sanación, ¿cómo saber qué es lo correcto para uno mismo y por dónde empezar?