Ni rebeldía ni servilismo porque ambos apartan la mirada de lo que es bueno y correcto: la rebeldía se concentra en el propio gusto y criterio, el servilismo se concentra solo en lo mandado. Debemos mirar al bien mayor, al bien real.
Vivamos unidos al Señor recordando su Palabra e invocando su Espíritu Santo quien nos ayuda a avanzar hacia la verdad completa para alcanzar la santidad.
¿Reina Jesús en tu hogar? Cree en Él, dale el lugar que le corresponde, deja que Él haga de tu hogar el espacio de paz y reconciliación, la bendición que no debemos esperar que el mundo nos de.