La experiencia educativa que se presenta a continuación parte de la tesis de que, antes de pretender que los alumnos empoderen a comunidades marginadas alejadas de su propio contexto, deben empoderarse a sí mismos; comenzar por conocer las necesidades del entorno más próximo en el que se desenvuelven -la colonia en la que viven-, para desarrollar competencias ciudadanas como la capacidad de observación, detección y formulación de propuestas de solución participativas. En esta actividad, se trabajó con la idea de “entrenar” al alumno en el ejercicio de la ciudadanía activa, con las condiciones, recursos, apoyos y obstáculos que todo ciudadano recibe o enfrenta en el curso normal de su vida y, de esta forma, hacer consciente al estudiante de que, además de este rol, también forma parte de una comunidad y, por tanto, es corresponsable de su desarrollo.